¿Qué hay dentro de las antenas de 'aleta de tiburón'? | Marca

2022-09-24 09:45:10 By : Ms. Angela Li

El diseño de las antenas de los coches ha ido evolucionando desde las simples varillas metálicas desplegables. Hoy día son más vistosas y mucho mas complejas en su interior.

E n los años 60 y 70 del pasado siglo era normal que los coches no llevaran antena al salir de fábrica, ya que salvo los más lujosos ni siquiera incorporaban un radiocasette, que tenía que comprar el dueño del coche como accesorio para entretenerse escuchando música. Aquellas antenas se instalaban en la aleta delantera del coche y había que desplegarlas (a mano, aunque algunas subían y bajaban de forma eléctrica) para recibir señal.

Cerca de los años 80 la cosa cambió. La antena empezó a ser montada de serie y en el techo al formar parte de la pre-instalación de radio (incluía ya el cableado e incluso el lugar propicio para los altavoces), que facilitaba la labor y reducía el coste de poner radio al coche. El único inconveniente de estas antenas era que te las podían robar con facilidad, ya que salían a rosca.

Pero aquellas antenas cayeron en desuso por la sencilla razón de que los coches comenzaron a necesitar más conexión con la llegada años más tarde de la telefonía, la navegación y la radio digital. ¿Era una buena idea montar una antena para cada sistema requerido? En absoluto. La solución, por tanto, fue crear unos módulos que incorporaran varias antenas: la de radio, la 4 o 5G para la telefonía y la conexión a internet, la del navegador y la de la radio por satélite.

Todo esto formaba una mezcla heterogénea que ya no se extiende hacia arriba como las anteriores antenas, pero que requiere por un lado estar instalado en el techo por dos razones básicas: delante, sobre la aleta, este elemento hubiese roto el diseño del coche y sobre todo habría sido considerado muy peligroso ante el hipotético caso de un atropello. Esto se habría solucionado ubicando los módulos detrás, tal vez en la propia tapa del maletero, pero eligiendo el techo se garantizaba además una mejor recepción de las señales.

En cuanto a su diseño, se cubrió con una carcasa en forma de aleta de tiburón que se convirtió a principios de siglo en un elemento estético bastante atractivo, aunque discreto. Este elemento comenzó a montarse de serie (se pueden también adquirir como accesorio por precios que arrancan en los 15 euros) y su aspecto nos recordaba en cierta forma a los alerones de los F1 por su aerodinámica efectiva. Además, comenzaron a producirse en el color de la carrocería, lo que los hacía todavía más discretos.

Otra ventaja es que ya no se pueden retirar, ya que van atornillados y adheridos al techo mediante un adhesivo para que no entrara agua. Y esto llevó a que nos olvidáramos de tener que quitar la antena, como nos exigían cada vez que metíamos el coche en un túnel de lavado.

Pero, ¿funcionan en realidad mejor o peor que otros tipos de antenas? Si lo comparamos con la radio clásica que podemos llevar en un bolsillo y exige que despleguemos una antena metálica (están en desuso al disponer de radio en nuestros teléfonos), la recepción es mejor. Esto se debe no solo a que la antena esté en el techo, sino a que los coches han ido mejorado la calidad de sus sintonizadores de radio FM. Porque debemos tener en cuenta que, incluso aquellos que en casa nunca escuchan la radio, es normal que la enciendan en el coche.

Y en cuanto a la recepción 4G o 5G para nuestros teléfonos, tablet y demás, al parecer las antenas de los coches ofrecen mejor calidad de recepción incluso que los teléfonos, tal vez porque no tienen tantos problemas de espacio como sí los hay en un móvil.

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